La ingesta suficiente, correcta y adecuada del líquido vital de manera diaria es considerada como uno de los pilares fundamentales de la buena nutrición.


Por ello, al igual que en los días calurosos, en el invierno también es necesario mantenerse hidratados para que el cuerpo y la mente funcionen correctamente.


Durante los días fríos se siente menos la necesidad de hidratarse, disminuye la sensación de sed y como también se suda menos, es común disminuir el consumo de líquidos. Sin embargo, es importante saber que las necesidades no se reducen y no se debe esperar a tener sed para beber líquidos, ya que la misma es uno de los primeros síntomas de la deshidratación.



Dependiendo del grado de deshidratación pueden aparecer otros síntomas como mareos, dolores de cabeza, cansancio y disminución de las habilidades físicas y mentales. Una hidratación insuficiente puede producir también problemas renales e intestinales como el estreñimiento. La piel también puede afectarse, produciéndose resecamiento y perdida de elasticidad, especialmente en épocas de mucho frío. Mantenerse bien hidratado es una recomendación que ayuda tanto en prevención como en el tratamiento de las enfermedades prevalentes del invierno como la gripe y los resfríos.


En cuanto a los requerimientos de agua, pueden variar según la edad, sexo, niveles de actividad y condiciones medioambientales. Por lo general, la recomendación es beber entre 2 y 2,5 litros de agua al día.



Niños y niñas de 2 a 3 años

Niños y niñas de 4 a 8 años


Niños de 9 a 13 años


Niñas de 9 a 13 años


Niño adolescente mayor de 14 años


Niña adolescente mayor de 14 años


Hombre (adulto)


Mujer (adulta)


Embarazada


Mujer lactante


1300 ml

1600 ml


2100 ml


1900 ml


2500 ml


2000 ml


2500 ml


2000 ml


2300 ml


2700 ml


Es fundamental recordar que, la hidratación va más allá de tomarse uno o dos vasos de agua, si no que la reposición tiene que ser permanente y a lo largo de todo el día.


El agua también se obtiene a través de otras bebidas y alimentos líquidos como las frutas y verduras, jugos de frutas naturales, las sopas o caldos. Si bien las bebidas que contienen cafeína (café, té y bebidas gaseosas) no se recomiendan como fuente de hidratación para el organismo, ya que tienen un efecto diurético, haciendo que el cuerpo elimine agua, en días de frío puede consumirse con moderación café y variedades de infusiones calientes preferentemente sin agregado de azúcar, siempre cuidando que el consumo diario de agua sea adecuado.


Entre las frutas con alto contenido de agua se destacan el pomelo, la mandarina y la naranja, que, además, aportan vitamina C, sandía, melón. Mientras que, entre las hortalizas, se halla el zapallo, la calabaza, el chuchú (papa del aire), el tomate, la berenjena y zucchini.


Fuente: HOY