Don Jorge Anibal López, artesano del barrio San Isidro de Encarnación, relató un incidente desagradable que vivió el miércoles pasado al intentar cruzar la frontera hacia Argentina en un ómnibus, con el propósito de hacer compras en Posadas junto a su esposa.

Cuando el ómnibus llegó a la Aduana Argentina, los funcionarios retuvieron a Don Jorge exigiéndole sus documentos y ordenándole que bajara inmediatamente del vehículo. El artesano señaló que la Aduana no cuenta con rampas para discapacitados, lo que dificultó su descenso del ómnibus y tuvo que depender de la ayuda de los funcionarios, quienes, según él, lo trataron de manera prepotente y brusca.

La razón por la que se le impidió cruzar al lado argentino fue que su documento de identidad estaba vencido desde el mes pasado, según aseguró.

Aunque no pudo cruzar a Argentina, Don Jorge destacó que el trato recibido no fue apropiado y llamó a la institución a ser más inclusiva y empática. Su denuncia pone de manifiesto la importancia de garantizar la accesibilidad y el respeto hacia las personas con discapacidad en los procedimientos de control fronterizo.