Alega que la compañía contrató a un conductor con un peligroso historial al volante. La presentación judicial reabre un debate de base para la “economía gig”.


Un hombre que reside en Massachusetts, Estados Unidos, presentó una demanda contra Uber por 63 millones de dólares luego de haber quedado paralítico en un accidente vial. La defensa del demandante alega que la compañía de transporte contrató a un conductor con un extenso historial de citaciones por conductas indebidas al volante.

Demanda millonaria a Uber: el detalle de la presentación judicial

Will Good, el demandante, viajaba desde su casa hacia el trabajo en abril del año pasado en un vehículo que solicitó a través de la aplicación de Uber. En un desvío brusco su cabeza golpeó contra el asiento, lo que provocó una parálisis corporal.

La demanda presentada esta semana repasa el historial de manejo del chofer, que desde el año 1996 fue citado más de 20 veces por las autoridades de tránsito de Massachusetts. Además, se indica que previamente se le exigió participar de capacitaciones para conductores. 

De acuerdo a la presentación judicial, Uber no debería haber admitido la presencia del conductor en la aplicación a sabiendas de que “podría poner en peligro la salud, la seguridad y/o el bienestar de los residentes de Commonwealth, Massachusetts”. Good busca un juicio con jurado y daños, incluidas lesiones físicas, emocionales y discapacidad permanente.

“Él espera que al usar su voz pueda contribuir al esfuerzo de hacer que Uber sea más seguro”, dijo Victoria Santoro Mail, abogada de Good, y comentó que no se presentaron cargos contra el conductor.

Uber se negó a realizar comentarios, señala el sitio The Verge.

¿Los conductores son empleados de las apps de transporte? Un debate clave para el futuro de Uber

Uber y otras empresas del sector, entre ellas Lyft, se enfrentan a un dilema que ha llegado a la justicia en diversos países y que podría cambiar la política de vinculación con los conductores que han aplicado hasta ahora.

En marzo de 2021, un fallo de la Corte Suprema británica determinó que los choferes deben ser considerados como trabajadores de las respectivas compañías y no como contratistas independientes.

Aquel falló estableció un quiebre fundamental en la denominada “economía gig”, integrada por firmas que avanzaron sin crear vínculos directos con aquellas personas que ofrecen sus servicios al cliente final. El giro sería radical tras el fallo en el Reino Unido y a medida que más países encaran debates respecto a cómo debe ser la relación entre las partes involucradas.

Si empresas como Uber pueden seguir categorizando a los conductores como contratistas independientes, y no como empleados, evitan responsabilidades por las acciones de los choferes.

La abogada de Good dijo que la demanda que han presentado procura crear consciencia al respecto, indicado que es importante “conocer cuáles son las prácticas comerciales de Uber” puesto que “no quieren ser responsables de la seguridad de los pasajeros mientras están en el automóvil”.

Fuente: TN