El Monseñor Francisco Pistilli presidió la misa central de Itacuá, resaltando la importancia del encuentro con nuestra madre y la necesidad de tener esperanza y fe en todas las situaciones de la vida.


Durante su homilía, el Monseñor Pistilli enfatizó la invitación de Dios al encuentro con nuestra madre y la importancia de mantener el amor presente en todas las circunstancias, tanto en momentos de alegría como de tristeza. Además, destacó la necesidad de tener esperanza, basada en la fe, para enfrentar cada día y superar los desafíos que la vida nos presenta.


Utilizó el ejemplo de María como símbolo de esperanza, recordando que Dios nunca nos abandona y siempre nos acompaña. "Por eso, ella es bendita en todos los seres humanos, ya que llevó la esperanza en su vientre, la esperanza de nuestra salvación y redención", afirmó. También hizo hincapié en la importancia de llevar la oración en todo momento, tanto en momentos de súplica como de perdón.


La misa central de Itacuá, presidida por el Monseñor Francisco Pistilli, fue un momento de reflexión y encuentro espiritual, en el que se resaltó la importancia de la esperanza, la fe y el amor en la vida de cada persona.