Sostuvo que las pirañas son aprovechadoras de las ocasiones donde se encuentran alimentos, por lo que recomendó no tirar comida a ningún pez en el río. 

“Generalmente los niños quieren observar pescaditos y tiran los restos de chipa o de pan y eso atrae más a las pirañas”, expresó Adam Leguizamón.

El director de pesca del Mades explicó que es un comportamiento normal dentro de este tipo de especie, porque es un ambiente natural de las pirañas, son los humanos quienes deben adaptarse.

“Como los tiburones, sienten en olor a sangre. Generalmente, son migratorias, se manejan en grupo, entonces cuando uno ataca, varios ejemplares son los que se aglomeran y atacan a las personas”, agregó.

Sugirió como medida, prohibir el ingreso de las personas con los alimentos y asegurar el área de baño de las personas colocando vallas de playa.

Fuente: Hoy