El Obispo Auxiliar Emérito de Encarnación, Monseñor Claudio Silvero, habló sobre el majestuoso Santuario de Itacuá, que fue construido hace casi 20 años.


En sus palabras, recordó que este proyecto comenzó como un sueño y gracias al apoyo del pueblo y de la binacional Yacyretá, se logró su conclusión. Hoy en día, el Santuario se destaca por su entorno paradisíaco, lleno de naturaleza, que brinda paz y tranquilidad a quienes lo visitan.


Monseñor Silvero describió a Itacuá como un pedazo de cielo en la tierra, un lugar de santidad donde se experimenta paz, espontaneidad y sinceridad. Destacó la importancia de llevar alegría y paz a las familias y de ser conscientes del privilegio de estar allí. El Santuario de Itacuá no es un lugar común, es un espacio donde se manifiesta la paz de manera especial.


Además, el obispo elogió la actitud de los fieles que acudieron al Santuario de Itacuá los días 7 y 8 de diciembre.