La ceremonia, que contó con la presencia de todos los párrocos de la Diócesis de la Santísima Encarnación, fue presidida por Mons. Francisco Javier Pistilli Scorzara, Obispo.

Durante la celebración, los presbíteros renovaron sus compromisos sacerdotales, reafirmando sus promesas de fidelidad al ministerio recibido. Asimismo, se llevó a cabo la solemne Consagración de los Santos Óleos, elementos significativos en la tradición católica. Estos óleos incluyeron el Santo Crisma, utilizado en ceremonias como ordenaciones, confirmaciones y bautizos; el Óleo de los Catecúmenos, empleado en la unción de quienes se preparan para el Bautismo; y el Óleo de los Enfermos, destinado al Sacramento de la unción de los enfermos.

La comunidad fiel se congregó en un acto de profunda devoción, donde la espiritualidad y solemnidad de la ocasión se hicieron patentes. La Santa Misa Crismal fue un evento de gran relevancia para todos los presentes, marcado por la veneración y el compromiso con la fe.

Concluida la celebración, se destacó el éxito y la emotividad que envolvió la jornada, dejando una huella de recogimiento y renovación espiritual en cada uno de los asistentes.