Estudio toxicológico desmiente que sea 100% natural. DINAVISA advierte sobre su consumo.


La “miel del amor” no tiene registro sanitario, advierte la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria, DINAVISA. “Vamos a hacer la alerta correspondiente”, indicó a EXTRA el doctor César Cristaldo, director general de Vigilancia. El potenciador sexual le hizo re mal a un hombre que dijo haberlo comprado en un Biggie de Fernando de la Mora el viernes pasado. Se lo ofrecieron como energizante, pero le dio taquicardia y el “amigo” se le puso morado.

El doctor Cristaldo consideró que el muchacho la sacó barata, porque no se sabe qué componentes tiene lo que compró. El registro sanitario debe figurar en el empaque de lo que se comercializa para consumir. Esa es la certeza de que pasó por los controles. “Hay infinidad de productos que se venden de manera ilegal, es un asunto de salud pública”, indicó.

 Señaló que hay que indagar primero cómo esos energizantes o potenciadores entran al país: “Estamos hablando probablemente de un tipo de contrabando”. Ampliar controles Dinavisa y otras instituciones trabajan en un mecanismo para empezar a controlar los productos que se venden por fuera de las empresas farmacéuticas. “Porque Biggie por ejemplo no está registrada en Dinavisa”, explicó Cristaldo. 

Otra preocupación son las redes sociales, ya que por Facebook e Instagram se ofrecen los productos ñembo milagrosos. Recordó que en mayo sacaron una alerta sobre un adelgazante llamado DivaFit, tras recibir una denuncia de una mujer que la compró por Instagram. 

La consumidora preguntó si el suplemento era compatible con la lactancia, los vendedores le dijeron que sí y su bebé terminó internado. Un conocido perfil que habla de nutrición en TikTok compartió un video en el que describía a la “miel del amor” como un producto “100% natural” y apto para gente con presión alta. 

Sin embargo, la Universidad Estatal de Campinas, de Brasil, comunicó el año pasado que un estudio detectó sildenafil y taladafil, presentes en fármacos “levantoles”. Puede provocar erecciones largas y dolorosas, con riesgo de necrosis del pene (muerte de tejido por no poder circular la sangre de las venas) y ataque cardíaco.


Fuente: EXTRA