La fiscalía apeló la decisión judicial que dejó en libertad al sospechoso, a pesar de las pruebas de daño psicológico.


Una mujer presentó una denuncia alarmante, afirmando que su hijo de 6 años habría sido víctima de presunto abuso sexual y posibles torturas, supuestamente a manos de su propio padre. 


Los hechos supuestamente ocurrieron en un período de un año, después de marzo del año pasado, cuando, a pesar de estar separados, el padre llevaba al menor los fines de semana a su domicilio, tiempo en el cual presuntamente se habrían registrado los abusos. Siempre según testimonio de la mujer, el niño le reveló la situación a ella y a una profesional en psicología, lo que desencadenó la denuncia formal en junio de este año ante el Ministerio Público.


El abogado Edgar Villaverde, fiscal a cargo de la investigación, indicó que se realizaron evaluaciones psicológicas por parte de tres especialistas, quienes concluyeron que el menor presenta un daño psicológico significativo. Según las declaraciones del fiscal, se confirmó que el niño fue objeto de manoseos y sexo oral.


A pesar de la gravedad de las acusaciones y de la solicitud de prisión preventiva, el Juzgado Penal de Garantías N° 2 a cargo del Abog. Miguel López decidió excarcelar al sospechoso bajo el argumento de falta de fundamentación en la solicitud de detención. La fiscalía consideró esta decisión completamente arbitraria y, en respuesta, presentó una apelación. 


La Cámara de Apelaciones anuló la resolución por la misma falta de fundamentación, lo que implica que el caso deberá ser presentado nuevamente ante otro juzgado penal. Sin embargo, el acusado permanece en libertad mientras la investigación continúa. 


Los nombres se omiten en cumplimiento del artículo 29 del Código de la Niñez y la Adolescencia, que prohíbe la publicación de datos que posibiliten identificar a los menores de edad en condición de víctimas o supuestos autores de hechos punibles.