La ciudad de Encarnación se llena de color cada 21 de septiembre con la llegada de la primavera, y este año no fue la excepción.


Los ramos de flores amarillas se han convertido en protagonistas de la jornada, tanto en redes sociales como en las calles, consolidando una tendencia que ha ido en aumento durante los últimos tres años.


Inspirada por la popular serie argentina Floricienta, la costumbre de regalar flores amarillas para dar la bienvenida a la estación más cálida del año se ha convertido en un fenómeno cultural y comercial. Comerciantes locales, desde vendedores ambulantes hasta floristerías, reportan un notable incremento en la demanda. A lo largo de las avenidas principales y en plazas, es común ver arreglos florales listos para ser entregados, que van desde simples ramos hasta coronas elaboradas de intenso color amarillo.


La influencia de la serie se siente especialmente en la música. La canción "Flores Amarillas", que forma parte del repertorio de Floricienta, ha transformado un simple ramo en un gesto romántico. La letra, que habla del deseo de recibir estas flores de la persona amada, ha calado hondo en los fans y ahora llega a un público más amplio, fortaleciendo la tradición.


Más allá de la serie, las flores amarillas cargan un significado simbólico profundo: representan alegría, amistad y nuevos comienzos. Un ramo puede expresar tanto un mensaje romántico como un gesto de aprecio hacia un amigo o ser querido.


Lo que comenzó como una moda en redes sociales ha evolucionado en Encarnación en un auténtico fenómeno que mezcla nostalgia, emoción y comercio local. Cada flor amarilla que se entrega no solo marca el inicio de la primavera, sino también la capacidad de las tradiciones modernas de unir a la comunidad y llenar de color la vida cotidiana de la ciudad.