La familia Servian, en medio del dolor por la partida de Kevin Servian, de 22 años, decidió dar un acto de amor que cambiaría la vida de varios pacientes en espera de un trasplante. Kevin falleció inesperadamente, pero su legado de generosidad continúa al salvar más vidas a través de la donación de órganos.

Doña Gladis Vera, abuela del joven, recordó con cariño a su nieto, mencionando que su comida favorita era el ñoquis, y que justo había preparado el plato para él el último sábado. Aunque la familia siente una gran tristeza por su partida, también experimentan una inmensa satisfacción por la oportunidad de salvar vidas, gracias al sacrificio de su ser querido.

En una de las historias de esperanza que surgieron de esta tragedia, un joven de 21 años, con una grave cardiopatía congénita, recibió un nuevo corazón gracias a la generosidad de la familia Servian. El trasplante, realizado el 23 de diciembre en el Instituto Nacional de Cardiología, Hospital San Jorge, fue un éxito total. El paciente, que había sido intervenido desde los tres años, se encontraba en la etapa final de su enfermedad y ahora podrá continuar su vida con una nueva oportunidad, gracias a la rápida respuesta y coordinación de las instituciones involucradas.

El traslado del corazón desde Encarnación hasta Asunción fue posible gracias al trabajo conjunto del Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), DINAC, la Patrulla Caminera, la Policía Municipal de Encarnación y la Policía Nacional. El equipo médico del Instituto Nacional de Cardiología, dirigido por el Dr. Marcos Melgarejo, realizó con éxito el trasplante, sumando esta intervención a la lista de trasplantes cardíacos que ha realizado el hospital.

Este acto de solidaridad y generosidad marca una Navidad diferente para varias familias que, gracias al sacrificio de la familia Servian, reciben la oportunidad de una nueva vida.