El cura será trasladado a la parroquia de Itá. Dicen que unió a ciudadanos luego de casi 30 años.


Nadie dio motivos ni el por qué se dio el cambio del pa’i William Gerding, de la parroquia Virgen de la Candelaria de Capiatá. Según los feligreses, él volvió a unir a los capiateños.

El párroco será trasladado a la parroquia San Blas de Itá, y el padre de esa congregación, Jorge Sotelo lo reemplazará. O sea que habrá un intercambio de curas.


Entró en noviembre y movilizó al rollo

Sin embargo, esta situación fue bastante cuestionada por los capiateños, quienes se levantaron en contra de la decisión tomada.

Comenzaron a movilizarse y juntar firmas para que el padre Willian vuelva a ocupar su cargo.

El sábado se hizo una sentata pacífica frente a la parroquia donde participaron unas 600 personas y para los próximos días advierten que también se manifestarán. Incluso hay fieles que amenazan con hacer huelga de hambre.

“La razón del cambio no hay, nadie dice el motivo fue este, simplemente vino un decreto del arzobispado y le cambian al sacerdote de un día para el otro”, mencionó Patricia Bordón, quien encabeza la manifestación.

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En el grupo de wasap “Padre William’s no se va”, donde hay alrededor de 600 miembros se van poniendo de acuerdo cuál será el próximo paso.

La división es pronunciada. Los antiguos feligreses defienden la metodología que dejó el fallecido pa’i José María Velasco, quien se enfrentó a varios políticos de la zona y le tenía hílore a los corruptos. Estuvo 30 años en la iglesia.

Por su parte, Julio Jara, poblador de la zona, explicó a EXTRA que el padre Willian llegó al templo en noviembre.

Jara, quien también es comunicador, manifestó que Velasco “polarizó” a la sociedad civil capiateña: ricos y pobres, corruptos y no corruptos, dijo. “Gente que era allegada a “los sectores de poder”, era prácticamente rechazada. Mucha gente dejó de ir a la iglesia”, afirmó.

Agregó: “Prácticamente dividió a la sociedad capiateña (Velasco), vino el nuevo padre y él se acercó a los dos sectores, político y social. Eso no le gustó a la gente de la casa parroquial”, mencionó.

Desde hace tiempo la Iglesia viene realizando renovación de sacerdotes en las parroquias y no por capricho, sino para mejorar y potenciar la misión pastoral que tienen los religiosos.

¿Sin aire?

“Le hicieron la vida imposible. En su oficina no le ponían el aire acondicionado, cositas que hicieron que él pida su salida. Él no se quiere ir de Capiatá, eso fue lo que más le impulsó a la gente para ir a la manifestación”, Julio Jara, capiateño.


FUENTE: EXTRA