La Policía Federal Argentina (PFA) detuvo la semana pasada en el barrio porteño de Flores al uruguayo Luis Fernando Fernández Albín, de 38 años, considerado uno de los principales laderos de Sebastián Marset, el narco más buscado de la región.


Según portales periodísticos del vecino país, el operativo se concretó tras un mes de seguimientos y gracias a información clave remitida por la DEA, que alertó sobre su presencia en Buenos Aires desde junio pasado.


Fernández Albín, alias El Flaco, era investigado en Uruguay por el fallido envío de dos toneladas de cocaína a Europa y por dos atentados, uno de ellos contra la fiscal Mónica Ferrero. Aunque nació en Argentina, emigró de niño a Montevideo, donde construyó su estructura criminal en la zona de Cerro Norte y posteriormente se vinculó al clan de Marset.


Para ocultarse, utilizó un departamento del sexto piso en Avenida Rivadavia 6338, propiedad de un uruguayo con antecedentes por narcotráfico. La Interpol había emitido recientemente una notificación roja que permitió acelerar su captura.


En Buenos Aires mantenía un perfil extremadamente bajo. Sin trabajo conocido ni movimientos llamativos, pasaba el día paseando a Robertina, su bulldog francés, al menos tres veces por jornada. Las brigadas del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) aprovecharon esa rutina para confirmar horarios, desplazamientos y la identidad del narco.


Cuando se allanó el departamento, los agentes hallaron incluso una carpeta médica de la perrita, prolijamente ordenada. Tras la detención, Robertina fue revisada por veterinarios de la División Canes y entregada a una persona de confianza.


El DFI montó en octubre una vigilancia con dos brigadas y colocó una cámara fija frente al edificio, además de instalar un rastreador GPS en la Volkswagen Amarok adquirida por el narco. También utilizaba un Peugeot 208, que figuraba entre sus movimientos habituales.


La captura ocurrió en calle Terrero al 100, luego de que la Justicia uruguaya formalizara el pedido de arresto por la causa de las dos toneladas de cocaína. Le incautaron dos celulares y USD 8.500, que ahora serán peritados.


La caída de Fernández Albín forma parte del operativo Nueva Era II, coordinado entre fiscales de Argentina y Uruguay. Mientras él era detenido en Buenos Aires, en Montevideo se arrestó a otros tres sospechosos, incluida su esposa.


El punto central de la investigación es el hallazgo de dos toneladas de droga en una chacra de Punta Espinillo.


Cómo se llegó a él


La DEA había informado en octubre sobre su viaje a Buenos Aires, su nexo con Marset y su posible rol en el atentado contra la fiscal Ferrero. Ese informe incluía su posible escondite en Flores.


Con esos datos, la PROCUNAR y el fiscal Eduardo Taiano ordenaron acciones a la PFA, que comprobó que el narco ingresó a Argentina el 27 de junio vía Buquebús y activó un teléfono poco después.


La articulación con la Red de Fiscales Antidrogas permitió alertar a Uruguay, que finalmente pidió su captura formal por el cargamento de cocaína. Aunque su arresto en Argentina no se produjo por el atentado contra Ferrero, fuentes judiciales aseguran que sigue siendo investigado como posible autor intelectual.


Fernández Albín quedó a disposición de la Justicia federal argentina, mientras avanza el proceso de extradición solicitado por Uruguay.


FUENTE: HOY