El joven nunca se imaginó que su última entrega del día iba a terminar de esa manera.


El empleado de un local gastronómico, donde está hace unos meses, fue asaltado a mano armada cuando se disponía a entregar un pedido en Lambaré. Los delincuentes se llevaron su motocicleta y hasta los lomitos que tenía que entregar. “Es muy triste lo que sucedió. 

Ahora ya nadie quiere ser delivery por la inseguridad que reina en las calles y, encima, nuestras ventas dependen en más de la mitad de estos trabajadores que entregan los pedidos”, señaló don Jorge Feltes, dueño del local en donde trabaja la joven víctima del asalto.

 Un grupo de cuatros jóvenes que se movilizaban en dos motocicletas asaltaron, le quitaron la moto y, no contento con eso, se llevaron hasta la mochila de la víctima donde estaban los productos. “Duele mucho lo que pasa, esto no debería seguir así. Es muy riesgoso ahora, ya nadie quiere ser delivery por esta situación”, lamentó el hombre.


FUENTE: CRÓNICA