La protesta se realizó en rechazo a la instalación de casillas y puestos de venta ambulante en la zona, situación que, según denuncian, afecta la seguridad, la limpieza y la imagen del barrio.

Los pobladores expresaron su preocupación por las condiciones en las que operan los comerciantes informales, a quienes acusan de arrojar residuos en la vía pública, realizar conexiones eléctricas irregulares y mantener actitudes antihigiénicas. 

También señalaron que la presencia de los vendedores habría provocado la contaminación de uno de los principales arroyos que atraviesa la comunidad.

“A nosotros no nos está beneficiando en nada. No podemos vender nuestros productos porque ellos llegaron de otros lugares y se adueñaron de las veredas, invadiendo por completo nuestro barrio”, manifestaron los vecinos durante la protesta.

Los organizadores aclararon que no se oponen al trabajo honesto, pero sí a la manera en que se desempeñan los ambulantes, pues aseguran que generan un ambiente desordenado y una mala imagen frente al nuevo centro hospitalario, considerado un orgullo para la ciudad y la región.

Asimismo, los pobladores negaron tajantemente estar vinculados a denuncias recientes sobre supuesta venta de estupefacientes y prostitución en la zona. “No tenemos nada que ver con esas acusaciones. Lo que pedimos es respeto y orden”, remarcaron.

La manifestación contó con un importante acompañamiento vecinal y no se descarta que en los próximos días los reclamos sean elevados a otras instancias para exigir una intervención más firme.