Describe la larga prisión de las drogas de la que fue objeto, Su liderazgo de la barrabrava decana (donde impera el tráfico y el consumo de estupefacientes), así como la culpa, que admite, de haber empujado a la madre de sus hijos a la droga y de esa consecuencia, al crimen que perpetró. Igualmente hace mención a su primra novia, que tras entrar a Tacumbú, resolvió casarse con él, y que lo soportó 4 años, para lugo divorciarse del mismo.

Preso actualmente en la penitenciaría de Coronel Oviedo, Trotte dice haber encontrado la luz en la religión cristiana. Y que ya no le pesa la reclusióm, en una confesión que para muchos es pura estrategia para obtener la rebaja de su condena, en tanto que para otros es señal de que su “remacimiento” al mundo de los normales.

Fuente: HOY