La temporada de chapuzones en el agua es el momento ideal para sumergirse en los beneficios de la natación, un deporte que no solo contribuye a mantener el cuerpo en forma, sino que también es eficaz para combatir la ansiedad.

En un mundo cada vez más conectado, el estrés y la ansiedad se han convertido en enfermedades comunes que afectan a personas de todas las edades. Estudiantes, youtubers y celebridades han expresado públicamente cómo los ataques de pánico y la ansiedad impactan su vida diaria. Si bien no existe una cura definitiva para la ansiedad, el profesor Fernando Vargas señala que practicar natación puede ser una herramienta útil para reducir los síntomas y mejorar la salud mental.

Un reciente estudio revela que nadar de manera regular tiene un impacto positivo en la disminución de los síntomas de la ansiedad y la depresión. Aunque en algunos casos es necesario acudir a un médico o tomar medicación, según los expertos, una dieta adecuada y la actividad física, como nadar, pueden ser métodos más efectivos para quienes sufren de ansiedad.

Miles de personas han encontrado que nadar al menos una vez a la semana tiene efectos positivos en su salud mental, reduciendo la necesidad de recurrir a atención médica por problemas de salud mental.

"La natación proporciona una serie de beneficios específicos, como una mejor forma cardiovascular y respiratoria, mayor fuerza y resistencia muscular, aumento de la masa corporal magra, menor riesgo de lesiones traumáticas típicas de actividades de alto impacto y, lo más importante, mejora la salud mental y el bienestar general", afirma el profesor Vargas.

Un aspecto destacado de la natación es que favorece la salud del corazón, lo que la convierte en un ejercicio esencial para mantener un bienestar integral. Además, este deporte tiene la ventaja de ser accesible para personas de todas las edades, permitiendo que tanto jóvenes como adultos puedan disfrutar de sus múltiples beneficios.