Felicio Marín, el conductor del camión involucrado en el accidente que costó la vida de dos personas en la ciudad de San Antonio, dio su versión de lo ocurrido en la madrugada del miércoles cuando agentes de la Caminera le pidieron que detenga la marcha.


Felicio Marín, el conductor del camión Scania involucrado en el accidente en el que murieron dos trabajadores en la localidad de San Antonio, dio su testimonio de lo ocurrido en la madrugada del miércoles cuando agentes de la Patrulla Caminera le indicaron que estaciones su rodado a la vera de la ruta provocando la muerte de dos motociclistas.


“Me trataron como delincuente. Primera vez que pisé una comisaría y es la primera vez que me ponen las esposas”, comenzó diciendo el chofer, al borde de las lágrimas.

Felicio recordó que pasadas las 01:00 de la madrugada del miércoles, tomó la Ruta PY 01 para dirigirse a la localidad de Alberdi, donde debía llevar una carga de soja, cuando recibió la orden de agentes de la Patrulla Caminera para detenerse al lado del camino.

Según su testimonio, los agentes de la Patrulla Caminera lo abordaron de sorpresa y no contaban con balizas, conos u otros elementos de señalización.


“Yo me bajé y hablé con la inspectora, le pasé mi registro y la habilitación. Le dije para subir más adelante porque ahí estábamos mal pero no me hizo caso, eran muy prepotentes. En ese momento ya escuchamos un ruido de la gran siete”, relató refiriéndose al choque de dos hombres que iban a bordo de una motocicleta y murieron a consecuencia del impacto.


Los inspectores, según el relato del trabajador, sacaron los conos, balizas luego que vinieran vecinos que llegaron al sitio indignados por lo ocurrido, por considerar que los agentes montaron una barrera irregular para extorsionar a las personas que circulan por la zona.


“No sabían qué hacer cuando ocurrió el choque, después vinieron personas que estaban filmando, seguramente que ellos fueron mi salvación”, reflexionó.


Marín, finalmente, estuvo demorado en la comisaría pero luego fue liberado por orden de la fiscal Gladys Paredes, encargada de la investigación.


Los inspectores Víctor Caballero, Rodolfo Espínola, Rossana Bordón, Rosa Cáceres y María Palacios fueron imputados por homicidio culposo y están a disposición del Juzgado.


Renato Rojas López (35) y Junior César González Barrios (26) fueron las víctimas fatales de lo ocurrido. Ambos eran empleados de una fábrica envasadora y se dirigían a sus respectivos domicilios al terminar la jornada laboral.


Fuente: UH