La historia de José Matías Ibarra, de 23 años, es para encuadrarla. Luego de estar al borde de la muerte el año pasado tras un accidente en moto, el joven futbolista no se rinde y sigue haciendo lo que más le gusta: jugar a la pelota.


Con una discapacidad física (le amputaron una pierna), de igual forma se unió a los trabajos del 14 de Julio de Yaguarón y sueña con jugar en la liga de esa localidad. En contacto con Versus Digital, el futbolista dejó un importante mensaje para todos. "En el fútbol y en la vida nada es imposible, espero ser una motivación para muchas personas que están teniendo problemas para hacer lo que les gusta, con la fe en Dios todo se puede" confesó el atleta, que pasó por las divisiones de General Díaz y compartió plantel con Enzo Giménez y Miguel Martínez, ambos en Cerro Porteño.

Ibarra admite que no fue para nada fácil decidirse a volver a las prácticas, por el miedo que implicaba tratar de entrenar en esa condición. "Estaba haciendo algunos trabajos especiales en lo físico para sentirme bien, pero igual no estaba del todo seguro para volver a presentarme, hasta que dejé de pensar tanto y fui nomás ya de una, se sorprendieron al verme pero después me recibieron como uno más, sabían que no me iba a rendir así nomás, ahora tengo que aprender a ser zurdo porque manejaba mejor la pierna que perdí, pero detalle pea" agregó el futbolista, que tiene como ídolo a Alejandro Silva, de Olimpia.

En cuanto a su situación física, Ibarra comentó que está en veremos la posibilidad de contar con una pierna ortopédica y se mostró optimista por conseguirlo para mejorar su calidad de vida. Mientras tanto, se enfoca plenamente en ganarse un lugar en el equipo. "Me sentí muy bien, estar de vuelta en una práctica con los muchachos, pisar una cancha y volver a hacer algunos toques con la pelota, me da fuerzas para seguir" cerró nuestro entrevistado.

Un gladiador, como lo tildó la cuenta oficial del 14 de Julio, da un ejemplo de superación que va más allá del fútbol.

Fuente: Versus