Un nuevo hecho delictivo volvió a golpear a la Escuela Básica N° 2432 Teniente Segundo Robustiano Dávila, ubicada en el barrio Ka’aguy Rory de Encarnación. Delincuentes ingresaron al predio y se llevaron parte de un equipo de aire acondicionado recién instalado, además de causar otros daños materiales.

La directora encargada, profesora Mariana Novosad de Aranda, relató que la institución ya había sufrido intentos de robo semanas atrás, presuntamente cometidos por personas con adicciones. “Esta vez lograron su cometido. Se llevaron los caños de cobre y finalmente uno de los equipos de aire acondicionado, que recién habíamos instalado la semana pasada con mucho esfuerzo”, lamentó.

Los equipos habían sido adquiridos mediante diversas actividades organizadas por la comunidad educativa, como rifas, festivales y ferias, que permitieron recaudar los fondos necesarios. “De los nueve equipos instalados, tres fueron donados por la Municipalidad y seis comprados con recursos propios, gracias al sacrificio de los padres. En total, invertimos unos 30 millones de guaraníes”, explicó la docente.

La institución cuenta con 370 alumnos matriculados, desde el nivel inicial hasta el noveno grado, y recientemente adoptó la modalidad de jornada escolar extendida. Por ello, la instalación de aires acondicionados era una prioridad. “Hoy tener aire en las aulas no es un lujo, es una necesidad por el calor que enfrentan los niños”, señaló Novosad.

El hecho fue denunciado en la Comisaría 107, que ya venía realizando patrullajes en la zona. Aun así, la preocupación persiste. “Tememos que vuelvan, porque da la impresión de que revisaron toda la escuela para ver qué podían llevar”, expresó la directora.

Para hacer frente a esta situación, la comunidad educativa organiza una feria de garaje solidaria este jueves 16 de octubre, desde las 7:00 hasta las 15:00, frente a la institución, sobre la avenida Ucrania, a metros de la ruta PY01, esquina avenida Victor Matiauda.

Durante la actividad se ofrecerán prendas de vestir, calzados y artículos para el hogar donados por los padres de familia, con el objetivo de reunir fondos para reforzar el vallado perimetral y eventualmente recuperar el equipo robado.

“Cada pérdida nos duele, porque todo lo que conseguimos es fruto del trabajo y la colaboración de la comunidad. Pero no vamos a bajar los brazos; seguiremos trabajando por nuestros alumnos”, expresó la profesora Novosad, visiblemente afectada.