El hombre investigado en el operativo Pavo Real de la Senad, donde ya cuenta con prisión preventiva, ahora recibió la misma medida en otra causa, en la que lo acusan de terrorismo financiero.


Carlos Oleñik Memmel, procesado por varias causas, había sido beneficiado con arresto domiciliario en el caso de terrorismo financiero. Sin embargo, el juez Julián López revocó esa medida y decretó la prisión preventiva en la cárcel de Tacumbú, donde ya se encuentra por su nexo con Pavâo.

Los antecedentes indican que Oleñik empezó a enviar cartas a la Comisión Nacional de Valores y al Banco Central del Paraguay, tratando de dañar la reputación de una empresa financiera. Además, difundió la misma información falta por WhatsApp y redes sociales.


Esto configura un delito contemplado dentro de la Ley de Mercado de Valores, a raíz de lo cual, también está procesado. Oleñik estaba cumpliendo su arresto domiciliario cuando fue detenido por la Senad, por su involucramiento en el esquema de lavado de dinero, en el que se lo sindica como prestanombre de Jarvis Chimenes Pavâo.

El nombre de Carlos Oleñik saltó en el operativo Pavo Real, no mediante una alerta de las instituciones locales como Senad y Seprelad, sino a través de una investigación de la Policía Federal del Brasil.


El abogado Ricardo Preda, representante legal de algunas de las víctimas de extorsión y de usura de parte de Carlos Oleñik Memmel (44), describió algunos de los antecedentes del implicado en el esquema de lavado de dinero liderado por Pavâo.


Oleñik era socio de empresas dedicadas a préstamos de dinero, en principio de manera lícita. Sin embargo, dentro de las tareas que le correspondían, extorsionó a uno de los deudores, amenazándolo con ejecutar pagarés que ya habían sido cancelados por familiares, pero no retirados.


“Efectivamente cumplió la amenaza, ejecutó pagarés que ya habían sido cancelados, pero no retirados por el deudor”, detalló Preda, en una entrevista concedida a radio Universo 970 AM – Nación Media, al  momento del arresto de Oleñik por el caso Pavâo.


Producto de estas conductas descritas arriba, Oleñik fue imputado y acusado en dos causas distintas, sin embargo, logró evitar una sentencia mediante la reparación del daño a las víctimas y se libró mediante dicho arreglo.


Mencionó además, una estafa por cuatro millones de dólares, a través de un grupo económico también dedicado a dar préstamos. En el caso, tenía un pedido de sobreseimiento./HOY