Este grupo, compuesto por padres motivados y docentes comprometidos, reconoció la necesidad de mejorar las instalaciones existentes para brindar a los alumnos un espacio más cómodo y adecuado para compartir sus comidas. Conscientes de que una buena alimentación es esencial para el desarrollo y el aprendizaje de los niños, se propusieron convertir esta necesidad en una realidad.

A través de múltiples reuniones y el apoyo de la dirección de la escuela, estos padres y docentes lograron convocar a la comunidad educativa para concientizar sobre la importancia de contar con un espacio adecuado para la cocina comedor. Con la participación de todos, se generó un ambiente de colaboración y solidaridad en el que cada uno aportó con lo que podía, ya sea en tiempo, recursos o ideas.

La implementación de una cocina comedor en la Escuela Juan Carlos Hrase ha traído consigo múltiples beneficios para los alumnos. Ahora, pueden disfrutar de sus comidas en un ambiente agradable y limpio, lo que les permite concentrarse mejor en sus estudios y aprovechar al máximo su tiempo en la escuela. Además, esta iniciativa ha fomentado en ellos valores de cooperación, solidaridad y cuidado de su entorno.