A lo largo de la jornada, la afluencia de personas fue constante.
- 02/11/2025
- Por Edicion Prensa
Tras un sábado de intensas lluvias, el amanecer del domingo trajo consigo un sol radiante que acompañó a cientos de familias encarnacenas en su tradicional visita al cementerio municipal por el Día de los Fieles Difuntos.
Desde temprano, los pasillos del camposanto se llenaron de flores frescas, velas encendidas y oraciones. Entre lágrimas, sonrisas y silencios, las familias recordaron a sus seres queridos con devoción y respeto, manteniendo viva una costumbre que trasciende generaciones y sigue muy arraigada en la cultura local.
A lo largo de la jornada, la afluencia de personas fue constante. El buen clima favoreció la presencia de visitantes que, además de rendir homenaje a sus difuntos, aprovecharon para reencontrarse con parientes y amigos. En los alrededores del cementerio, los puestos de venta de flores, velas y paños registraron un movimiento notable.
“Después de tanta lluvia, el sol fue una bendición. Mucha gente vino con sus familias y eso nos ayudó mucho con las ventas”, comentó una vendedora que, como cada año, se instala frente al portón principal.
El ambiente se tiñó de serenidad y recogimiento. La fe y la memoria fueron protagonistas de una jornada que recordó a los presentes el valor de mantener vivos los lazos con quienes ya partieron. Más allá del paso del tiempo o las condiciones climáticas, el Día de los Difuntos continúa siendo una fecha especial que une a los encarnacenos en torno al amor, la tradición y el recuerdo.