Como es sabido, la pirotecnia afecta especialmente a los niños con condición del espectro autista porque tienen un funcionamiento cerebral muy distinto al de otras personas, haciéndolos más sensibles a los sonidos que perciben.

Es por ello, que la señora Graciela Cantero, lamentó que a pesar de tantas campañas de concienciación sobre no a la pirotecnia, aún no hayan dado frutos en la ciudad de Encarnación, específicamente en el barrio San Isidro etapa 6.

“Mi hijo de 11 años es el que más sufre cuando los vecinos explotan sus bombitas, desesperadamente se encierra en su pieza, introduce cualquier cosa en sus oídos para evitar escuchar ese ruido que tanto le altera, acción que ya le produjo sangrado en esa zona”, indicó Cantero.

La misma solicitó intervención y sanción de manera inmediata a las autoridades ante esta situación que afecta a gran cantidad de personas autistas, que merecen empatía y solidaridad por parte de los ciudadanos.