En una sesión extraordinaria, la Junta Municipal ha tomado una decisión crucial respecto al servicio de transporte público, que promete traer cambios significativos tanto para usuarios como para prestadores del servicio.


Tras un prolongado debate, se ha llegado a un consenso para aprobar el aumento del pasaje de autobús a 5.000 Gs., una medida que, si bien ha generado controversias, viene acompañada de condicionantes propuestas por el ejecutivo, apuntando a mejoras en la calidad y seguridad del servicio.


Una de las condiciones más destacadas dentro del acuerdo es la implementación obligatoria de sistemas de localización por GPS en todos los autobuses. La Junta Municipal ha establecido un plazo de 90 días para la aplicación de esta tecnología, con la intención de mejorar la eficiencia y seguridad del transporte público. Este requisito busca no solo ofrecer a los usuarios una manera de conocer en tiempo real la ubicación de los vehículos, sino también optimizar las rutas y garantizar una mayor regularidad en los servicios.


La resolución llega en un momento en que la normalización del servicio de autobuses es una urgencia imperante para la ciudadanía. La ausencia prolongada de estos servicios ha afectado significativamente la movilidad urbana, lo que ha llevado a la Junta a considerar el aumento del pasaje como una medida necesaria para asegurar el retorno a la normalidad, siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas.


Los transportistas, por su parte, son ahora los principales responsables de llevar a cabo las adaptaciones necesarias para cumplir con los nuevos requisitos. La aceptación y ejecución eficiente de estas condiciones será clave para que el servicio de transporte público pueda continuar operando y mejorar su oferta a la comunidad.