A principios de octubre, Siara Arami Martínez Ramírez, una niña de 8 años, fue ingresada al Hospital Regional de Encarnación debido a una fractura en uno de sus brazos. Sin embargo, tras la intervención, sufrió un paro cardíaco y fue trasladada a la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica.

A medida que pasan los días, los padres de Siara se sienten cada vez más desesperados debido a la falta de información sobre su estado de salud. Ante la sospecha de una posible mala praxis médica, presentaron una denuncia ante el Ministerio Público, pero hasta ahora no ha habido avances en el proceso.

Hasta la fecha, la junta médica encargada de investigar lo sucedido con Siara aún no se ha conformado, lo que prolonga la incertidumbre y la angustia de sus padres. La falta de respuestas y la demora en el proceso generan preocupación sobre la búsqueda de justicia en este caso.