La violencia también alcanzó a quienes solo saben dar color y vida. “Julieta”, una de los dos guacamayos conocidos como Romeo y Julieta, fue atacada con un arma de aire comprimido en pleno vuelo, en la zona del barrio Kennedy de Encarnación.


El proyectil impactó en una de sus alas, dejándola herida e imposibilitada de volar. Vecinos, conmovidos y enfurecidos por lo ocurrido, unieron fuerzas para rescatarla y trasladarla de inmediato al Zoológico Juan XXIII, donde recibe atención veterinaria.

Según los primeros reportes, todo apunta a que el daño fue causado por un disparo deliberado. 

Mientras tanto, su inseparable compañero, Romeo, se mantuvo a su lado durante todo el rescate, rehusándose a alejarse incluso cuando el ave era auxiliada. Una escena que habla de lealtad… y del contraste entre la ternura animal y la crueldad humana.

Los cuidadores comunitarios, vecinos que desde hace años alimentan y protegen a la pareja de aves presentaron la denuncia ante la Fiscalía, exigiendo una investigación que identifique al responsable.

El ataque ha generado profunda indignación en la comunidad y reavivó el debate sobre el uso irresponsable de armas de aire comprimido, así como la falta de conciencia hacia la fauna urbana.

Encarnación se pregunta hoy: ¿cómo es posible que seres capaces de traer belleza y libertad sean víctimas de la violencia humana?