Los mismos viven en una precaria vivienda de madera ubicada en el Barrio Cuatro Potrero de Encarnación.

La señora Nidia tuvo que ingeniarse para que su marido pueda descansar sobre una cama improvisada, totalmente de madera (ex puerta), ya que el profesional médico le prohibió recostarse sobre el colchón con resorte. 

Actualmente, Don Ramón se encuentra utilizando esta incómoda “cama” para poder descansar del dolor, donde reúne fuerzas para luego salir por las calles a ofertar sus productos como verduras y frutas y así recaudar dinero para el pan de cada día.

“Recorrimos hospital por hospital, mediante la solidaridad de la ciudadanía pudimos costear algunos medicamentos y conseguir la faja para que pueda mejorar su postura y no sentir tanto dolor, pero ahora la situación económica nos golpea y necesitamos nuevamente la colaboración de la gente para al menos conseguir un colchón de aire y un ventilador”, indicó Nidia Figueredo.

Las personas de buen corazón que deseen colaborar con esta humilde familia pueden contactarse al 0991230029