Más de G. 2.545 millones –368.000 dólares– fueron entregados al hijo del actual presidente de la Corte Suprema de Justicia, Antonio Fretes, nueve días después de que un juez ratificara el proceso de extradición de Kassem Mohamad Hijazi a EE.UU.
- 17/11/2022
- Por Edicion Prensa
Las evidencias fueron halladas en el celular de Hijazi el día que el fiscal Lorenzo Lezcano hizo una requisa tras el asesinato de Marcelo Pecci. Lezcano habría puesto a conocimiento de otros fiscales lo hallado, incluyendo amedrentamientos de Hijazi a Fretes por no cumplir el trato. El celular está en poder de EE.UU.
Nueve días después de que el juez José Agustín Delmás confirmara el proceso de extradición de Kassem Mohamad Hijazi, el 30 de setiembre del año pasado, el hijo del actual presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Antonio Fretes, firmó un acuerdo por el que cobró USS 368.000, unos 2.546 millones de guaraníes al cambio de la época.
Bajo el título “CONTRATO DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS PROFESIONALES DE ABOGADO”, el hijo del ministro Antonio Fretes, el abogado Amílcar Alfredo Fretes Escobar y Sharif Kassem Hijazi (familiar del extraditado, y domiciliado en Foz de Yguazú) firmaron un acuerdo. Según el mismo, el hijo del ministro Fretes se obligaba a prestar asesoría “en un solo punto el cual es sobre la situación jurídica del señor KASSEN MOHAMAD HIJAZI para la obtención de una salida jurídica sobre la situación del mismo”. Según el acuerdo, en ese mismo acto, Sharif Hijazi desembolsó los 368.000 dólares americanos, más de 2.545 millones de guaraníes.

Fretes debía devolver el dinero, si no había solución
Por acuerdo mutuo establecieron también que el contrato tendría una validez de 30 días hábiles, y que si NO había una “solución de manera a satisfacer al MANDANTE”, “se procederá al reintegro de lo entregado en concepto de honorarios profesionales, sin que eso implique ningún tipo de perjuicio a ambas partes”. “Juan Carlos Benítez”
Un punto muy curioso del acuerdo firmado entre Hijazi y Amílcar Fretes es que dejaron constancia que habría un vocero que haría las consultas sobre el proceso del extraditable, su nombre JUAN CARLOS BENÍTEZ, un misterioso protagonista de la historia que al cierre de nuestra edición no había sido posible identificar.
Según se observa en el facsímil, el familiar del extraditado Hijazi estaba circunstancialmente en una dirección céntrica de Asunción, sobre O’Leary casi Estrella, ya que dejaron constancia de que su domicilio habitual era Foz de Iguazú.
Dejaron también por escrito que Hijazi entregaría poderes y todas las informaciones que necesitara Fretes para “cumplir con diligencia” los asuntos encomendados.
En el penúltimo párrafo todos se comprometieron a guardar secreto sobre todos los conocimientos e informaciones que se adquieran y ejerzan en la ejecución del contrato. Establecidos los términos, ambas partes firmaron en señal de conformidad.
En el lado inferior izquierdo, Sharif Kassem Hijazi; en el costado inferior derecho, Amílcar A. Fretes E., abogado, con matrícula de la Corte Suprema de Justicia número 29.777.
FUENTE: ABC