Los cuerpos de cuatro rehenes muertos en cautiverio en Gaza fueron entregados ayer lunes por Hamás a Israel a través de la Cruz Roja, anunció el ejército israelí.


“Cuatro ataúdes con rehenes muertos están siendo escoltados por las fuerzas de la Tzahal (Fuerzas Armadas) y del Shin Bet (servicio israelí de seguridad interior) rumbo a Israel, donde serán trasladados al Centro Nacional de medicina forense para el proceso de identificación”, indicó el ejército israelí.


Hamás tiene todavía en Gaza los restos de otros 24 rehenes, que aceptó entregar a Israel en el marco del acuerdo de cese el fuego negociado bajo el impulso de Estados Unidos y que entró en vigor el viernes. “Hamás debe respetar el acuerdo y tomar las medidas necesarias para devolver a todos los rehenes muertos”, indicó el ejército este lunes.


El día anterior, las autoridades israelíes dijeron que anticipan que no todos los rehenes muertos serán devueltos el lunes, en cuyo caso ayudaría a localizarlos un “organismo internacional” previsto en el plan estadounidense, según la misma fuente. Hamás y sus milicias aliadas tomaron como rehenes a 251 personas durante su ataque sin precedentes contra el sur de Israel del 7 de octubre de 2023 que desencadenó la guerra en la Franja de Gaza. El ataque de Hamás causó la muerte de 1.219 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes. Muchos regresaron a Israel en treguas anteriores.


En Gaza, el Ministerio de Salud controlado por el gobierno de Hamás, anunció este lunes que 67.869 personas murieron en la ofensiva lanzada por Israel en este territorio palestino por el ataque de 2023. Israel informó el lunes que liberó a 1.968 prisioneros palestinos a cambio de los últimos 20 rehenes vivos retenidos por el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza.


“¡Matan, mi amor, se terminó la guerra!”

“Matan, mi amor, se terminó la guerra”, dijo con emoción Einav Zangauker cuando abrazó por fin este lunes a su hijo de 25 años, que pasó dos años de calvario como rehén en Gaza desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. Los 20 rehenes israelíes liberados con vida de Gaza y sus familiares y amigos se reencontraron este lunes después de 738 días de cautiverio para los secuestrados y de angustia para sus seres queridos.


“Tú eres mi vida (...) eres mi héroe”, dijo entre lágrimas Zangauker, que se convirtió en uno de los rostros del sufrimiento de los familiares de los rehenes. Estas y otras imágenes difundidas por el ejército israelí reflejan el fin de una angustiosa espera de los familiares. Matan fue secuestrado de su casa en el kibutz de Nir Oz junto a su novia en el ataque sin precedentes de milicianos de Hamás en territorio israelí el 7 de octubre.


Ese día, 251 personas fueron tomadas como rehenes y llevadas a Gaza. Muchos regresaron a Israel en treguas anteriores, pero 47 continuaban retenidos en el territorio palestino. Solo 20 seguían con vida.


Otras imágenes difundidas por el ejército muestran los gritos de alegría y los sollozos de los familiares de Guy Gilboa-Dalal, de 24 años, que fue secuestrado en el festival de música Nova.


“¡Se acabó, ya pasó”, celebraron sus familiares! En este canje no se filtró ninguna imagen del momento en que los rehenes fueron entregados a la Cruz Roja en la Franja de Gaza, ni tampoco de cómo fue la atención que recibieron al llegar a Israel. Las autoridades instalaron grandes lonas para ocultar el lugar donde aterrizaron los helicópteros y después difundieron contadas imágenes.


Algunas de las tomas muestran a los rehenes liberados hablando con militares israelíes. Avinatan Or, secuestrado en el festival Nova, aparece vestido con un uniforme militar, con lentes oscuros y con el puño en alto, y los gemelos Gali y Ziv Berman, capturados por Hamás en el kibutz Kfar Aza, vistieron camisetas de su club de fútbol favorito, el Maccabi Tel Aviv.


“Tristeza por aquellos que no vuelven”

En la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv, una marea humana estalló de alegría cuando los medios israelíes anunciaron las liberaciones de los últimos israelíes. Miles de personas, emocionadas rompieron en aplausos al escuchar la noticia.


Muchos llevan allí desde el amanecer, con fotografías de los rehenes y banderas israelíes con un lazo amarillo, un símbolo del movimiento que pedía la liberación de los secuestrados por el movimiento islamista palestino Hamás.


“Esperábamos este momento, pero queda tristeza por aquellos que no vuelven y por los casi 2.000 muertos de la guerra, dos años de locura que se terminan”, explicó a la AFP Ronny Edry, un profesor de 54 años.


La liberación definitiva de los cautivos generó un ambiente festivo en la emblemática plaza, con manifestantes abrazándose y agitando manos y banderas cada vez que sobrevolaba sobre ellos alguno de los helicópteros militares que transportaban a los liberados hacia hospitales.


“Estoy partida entre la emoción y la tristeza por aquellos que no volverán”, contó a AFP Noga, una con una insignia con el mensaje “Último día”.


Durante los últimos dos años de conflicto, esta plaza de Tel Aviv ha sido escenario de frecuentes manifestaciones y concentraciones de familiares de rehenes y personas que les daban apoyo. Con los meses, se convirtió en el epicentro de la campaña para reclamar el regreso de los cautivos.


El Foro de las Familias de Rehenes y Desaparecidos, la principal organización que representa a los allegados de los cautivos, había organizado en esta plaza una “noche amarilla”, en referencia al color de los lazos asociados a la lucha por su regreso.


“Nuestro sufrimiento no ha terminado. No terminará hasta que el último rehén haya sido localizado y devuelto para un entierro digno”, afirmó el foro en un comunicado.


Hanna Gofrit, quien de niña se había escondido de los nazis en Polonia, recuerda a sus 90 años su propia liberación a los nueve años de un campo en Alemania: “No me gustan las comparaciones, pero me llama la atención”. La canción Habayta (“De regreso a casa” en hebreo) que sonaba en bucle por los altavoces calaba este lunes de forma distinta entre la multitud.


El tema, compuesto en los 1980 en referencia a los soldados israelíes que luchaban en Líbano, volvió a resurgir después del ataque del 7 de octubre. El regreso de los rehenes es parte de la primera fase del acuerdo de alto al fuego en Gaza impulsado por el presidente estadounidense, Donald Trump. A cambio, casi 2.000 presos palestinos serán liberados de las cárceles israelíes.


“Como volver a nacer”

Los presos palestinos liberados por Israel el lunes en virtud de la tregua en Gaza se sintieron abrumados por la alegría al reencontrarse con sus familias, en medio de una marea humana que los acogió tanto en Cisjordania como en la Franja de Gaza.


Algunos prisioneros hicieron la señal de la victoria y otros tenían dificultades para caminar sin ayuda, pero todos fueron recibidos por una multitud tan numerosa que les costó bajar del autobús que los trajo desde las cárceles israelíes hasta la ciudad de Ramala, en Cisjordania ocupada.


“Es un sentimiento indescriptible, como volver a nacer”, declaró uno de los liberados, Mahdi Ramadan, flanqueado por sus padres, con quienes dijo que pasaría su primera noche fuera de la cárcel.


A unos pasos se abrazaban familiares, jóvenes lloraban y se apoyaban la frente unos contra otros. Algunos incluso se desmayaron por la emoción de volver a ver a sus seres queridos tras años, y en ocasiones décadas, en la cárcel. La muchedumbre también coreó en señal de celebración “Allahu akbar”, o “Dios es el más grande” en árabe.


Varios buses con reos llegaron también a la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, en medio de vítores, indicó un periodista de la AFP. La comitiva avanzaba lentamente, rodeada por una multitud compacta y eufórica.


Al bajar de los autobuses, algunos de los excarcelados se tambalearon, otros miraron radiantes a su alrededor o se arrodillaron para besar el suelo, llorando. Luego, a pie, en silla de ruedas o asistidos por miembros de la Cruz Roja, se dirigieron al patio del complejo hospitalario Nasser.


En ese terreno baldío y arenoso rodeado de cobertizos, cientos de personas esperaban desde la mañana el regreso de sus seres queridos. Allí los recibieron con banderas palestinas, pero también con verdes de Hamás y negras del brazo armado de la Yihad Islámica.


Entre los palestinos liberados en virtud del acuerdo de la tregua negociada por Estados Unidos figuran 250 detenidos por motivos de seguridad, incluidos condenados por matar a israelíes, así como unos 1.700 palestinos arrestados por el ejército israelí en Gaza. Israel accedió a liberarlos a cambio de la entrega de los rehenes que siguen con vida en la Franja de Gaza, en el marco de la primera fase del plan para poner fin a la guerra.


“Nunca he visto a mi padre”

Para Nur Sufan, de 27 años, la liberación significa ver por primera vez a su papá, Musa, encarcelado unos meses después de su nacimiento. Sufan llegó a Ramala con otros familiares desde la ciudad de Nablus, más al norte, y pasaron la noche en su vehículo esperando la liberación de los presos. “Nunca he visto a mi padre (...) es un momento muy bonito”, dijo. Al igual que él, muchos llegaron desde todas partes de Cisjordania a pesar de las restricciones de viaje en el territorio palestino.


Los medios de comunicación palestinos informaron el domingo de que las autoridades israelíes les habían pedido a las familias de los presos abstenerse de celebraciones masivas por la liberación. “No se permiten recepciones, ni celebraciones, ni reuniones”, dijo Alaa Bani Odeh, quien vino desde Tammun, en el norte de Cisjordania, para buscar a su hijo de 20 años, encarcelado hace cuatro años.


La AFP habló con varios presos que describieron los mismos planes para sus primeras horas fuera de la cárcel: ir a casa y quedarse con su familia. “Los prisioneros viven de la esperanza (...) Volver a casa, a nuestra tierra, vale todo el oro del mundo”, dijo uno de los detenidos liberados, Samer al Halabiyeh. “Si Dios quiere, prevalecerá la paz y la guerra en Gaza terminará”, añadió. “Ahora solo quiero vivir mi vida”.


Fuente: AFP.