El Ministerio Público sigue realizando operativos de búsqueda en la laguna donde fueron encontrados los restos de una persona con la vestimenta que sería de José Miguel Ozuna, el niño de 12 años que estaba desaparecido hace más de dos meses en Asunción.


La fiscala Fátima Girala, quien indaga la desaparición de José Miguel Ozuna, se volvió a constituir en la mañana de este sábado en el lugar donde fueron encontrados los restos que poseían la misma ropa con la que fue visto por última vez el niño, según los familiares.



En la víspera fueron levantadas algunas partes del cuerpo y, debido a la falta de iluminación en horas de la noche, no se pudo continuar con los procedimientos.


La agente del Ministerio Público indicó que buzos de la Armada Paraguaya y agentes de Criminalística prosiguen durante esta jornada con la búsqueda del cráneo, que sería muy importante para que los médicos forenses determinen su identidad.


"Lo que sí se reconoce es la ropa, pero la identificación no se puede saber. A las 14.00 se va a realizar una reconstrucción de los huesos. Eso va a verificar un antropólogo para determinar si es un niño o una niña, y por los huesos se va a poder identificar el parentesco con una prueba de ADN", explicó a Telefuturo.

De acuerdo con la fiscala, solamente haciendo un estudio de la dentadura se podría saber de quién se trata. En este mismo sentido, dijo que no se puede determinar si la persona tuvo una muerte violenta, por el alto grado de descomposición del cuerpo.


No obstante, señaló que con placas se podría observar si el fallecido presentó impactos.


Según los familiares, los restos hallados en la laguna Antequera, ubicada en la zona de construcción de la Costanera Sur, del barrio Santa Ana, de Asunción, pertenecerían al niño desparecido, que era más conocido como Peño.

Una tía que le confeccionó el pantalón confirmó este sábado al canal que la ropa es de su sobrino. Además, se reconoció un pulóver verde y una remera que eran del niño.


Según los primeros datos, cerca de las 17.00 del viernes, una persona que pasaba por las inmediaciones reportó el hallazgo a las autoridades, quienes constataron que había un cadáver entre los camalotes.


Los primeros indicios apuntan que el cuerpo tendría las características de un niño y aparentemente tiene más de un mes de descomposición.



FUENTE: UH