El 5 de agosto pasado, la odontóloga Lilia Espinoza y la bioquímica Sandra Hermosa fueron sentenciadas a dos años y medio y a dos años de cárcel, respectivamente, por el homicidio de la universitaria Sol Chávez.

Sin embargo, tanto la Fiscalía como los familiares de la víctima, están disconformes con la sentencia y la consideran exigua para tamaña responsabilidad. El pedido del Ministerio Público había sido de 5 años.

“Las dos son culpables de la muerte de mi hija, una noche no dormimos, estamos todos enfermos, nadie se pone en nuestro lugar”, expresó María Edith Franco, madre de Sol Chávez, quien se encadenó frente al Palacio, a la espera de ser escuchada.

La desconsolada mujer denunció que ninguna de ellas se hizo cargo de la receta y señaló que no comprende cómo pueden seguir atendiendo.

A Sol Chávez le recetaron un gramo de flúor por día, por dos semanas, sin embargo, se trató de una criminal sobredosis que acabó con la vida de la paciente, quien, pese a consultar si la receta estaba correcta, le dijeron que sí. La joven murió en un sanatorio privado.

FUENTE: HOY