Productores y comerciantes reconocen la falta del producto estrella, aunque destacan la presencia de alternativas como sandía, melón, mamón y cítricos.


En los distintos centros de venta de Encarnación, la ausencia de tomate se ha convertido en el comentario recurrente entre amas de casa y comerciantes. El producto, considerado indispensable en la cocina paraguaya, no se encuentra en cantidades suficientes debido a factores climáticos y la disminución en la producción local. Esta situación genera preocupación tanto en consumidores como en vendedores, quienes deben explicar día a día el motivo del faltante.


Sin embargo, los comerciantes insisten en que, si bien no hay tomate, la canasta de frutas mantiene variedad y precios accesibles. En los puestos se pueden encontrar abundantes sandías y melones, frutas propias de la temporada que llegan en buen estado desde productores regionales. Asimismo, hay una buena oferta de mamón, bananas, naranjas, mandarinas y piñas, que se presentan como alternativas frescas y nutritivas para la mesa familiar.


Los consumidores, aunque resignados a la falta del tomate, aprovechan para adquirir otras frutas. Según refieren los vendedores, el consumo de sandía y melón ha crecido notablemente en las últimas semanas, siendo elegidos no solo por su precio, sino también por el intenso calor que se registra en la región.


Desde el sector productivo, se anunció que el tomate podría volver a los mercados en mayor cantidad en las próximas semanas, una vez que nuevas cosechas estén listas. Mientras tanto, las frutas de estación cumplen un rol fundamental para sostener la economía de los pequeños productores y garantizar a la ciudadanía opciones frescas y saludables.


La recomendación de los comerciantes es aprovechar la temporada para variar la alimentación y dar protagonismo a las frutas, que no solo reemplazan al tomate en la mesa, sino que aportan nutrientes esenciales al consumo diario.