Con la llegada de los primeros fríos, las calles del Circuito Comercial de Encarnación volvieron a llenarse de vida. Entre colores de temporada, vitrinas repletas de novedades y aromas que invitan a quedarse.


Argentinos en su mayoría, junto a visitantes brasileños y paraguayos, recorren las tiendas en busca de ropa de abrigo, moda invernal y, sobre todo, buenos precios. La postal es alentadora: familias enteras comprando camperas, jóvenes probándose buzos, comerciantes atendiendo con una sonrisa y la ciudad latiendo más fuerte que nunca.

Juan Cabello, propietario de un local en el corazón del circuito, no oculta su entusiasmo. “Ya nos estábamos preparando para esta temporada, estamos más recargados que nunca y registrando muy buena venta que beneficia a toda la ciudad. Vienen muchos de Buenos Aires, también algunos brasileños y, por supuesto, paraguayos que aprovechan los precios”, comentó.

Y es que, con abrigos desde G. 50.000, camperas rompevientos y una variedad enorme en diseños y colores, Encarnación se posiciona nuevamente como un destino atractivo para quienes buscan calidad a buen precio. “Tenemos opciones para todos los gustos y bolsillos”, añade Juan, mientras despacha una bolsa con entusiasmo.

El buen momento también se refleja en el sector gastronómico, donde los empresarios celebran un repunte de ventas que ya supera ampliamente las cifras del año anterior por estas fechas.

Más allá de las cifras, lo que se siente en Encarnación es una energía que renace, una ciudad que se fortalece con cada visitante que apuesta por ella. El invierno llegó, y con él, la calidez de un movimiento comercial que enciende el alma de todos los que viven y trabajan en esta querida ciudad fronteriza.