Una preocupante y dolorosa situación afecta a varios residentes del Hogar Santa María de Encarnación.


La directora de la institución, Hna. Griselda Brizueña, denunció que numerosos adultos mayores se encuentran en un estado de abandono afectivo y material, ya que sus propios familiares no los visitan y, en algunos casos, retienen sus tarjetas de cobro y otros bienes personales.


El problema salió a la luz en los últimos días, revelando una realidad silenciosa que vulnera la dignidad de quienes deberían recibir cuidados, acompañamiento y respeto. Muchos de los abuelitos dependen de estos recursos para cubrir sus necesidades básicas, por lo que la retención de sus tarjetas representa un perjuicio directo a su bienestar.


Actualmente, el hogar alberga a 48 adultos mayores provenientes de distintos puntos del país. Desde la institución hicieron un llamado firme y emotivo a las familias para que asuman la responsabilidad afectiva y moral que les corresponde. Recordaron que el abandono no solo genera carencias materiales, sino un profundo daño emocional en personas que ya enfrentan la fragilidad propia de la vejez.


La directora confirmó además que están trabajando con autoridades locales a fin de abordar la situación y garantizar el acceso de los residentes a los beneficios que les pertenecen, entre ellos la tarjeta de la tercera edad, un apoyo estatal creado especialmente para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.


El caso vuelve a poner en debate una problemática urgente: la necesidad de valorar, acompañar y proteger a los adultos mayores. Porque ningún abuelo debería sentirse solo, olvidado o despojado de lo que por derecho le corresponde.