Intervención tuvo todo tipo de repercusiones.


Un trabajador de Uber se vio envuelto en una confusión, el mismo se encontraba en la Terminal de Ómnibus con intención de trasladar a una pasajera, pero fue denunciado por taxistas por estar en una "Zona Prohibida" y la Policía Municipal de Tránsito incautó su rodado y trasladaron el vehículo hasta la sede de la institución. 


El propietario, Ezequiel Aquino se presentó hasta el lugar y quiso abonar la multa que sería de 10 jornales, pero al llegar hasta el Juzgado de Faltas, el encargado no tenía ningún informe, y tal multa no existía, y no habiendo motivo por el cual el vehículo siga retenido, retiró su elemento de trabajo. 


Y esta aparente descoordinación entre inspectores y encargados del juzgado le jugó una mala pasada ya que tras retirar nuevamente su automóvil, le acreditan que fue de manera irregular, por lo que impartieron captura y lo volvieron a retener sobre la Avenida Japón. 


Tras toda esta "novela" el trabajador sostiene que permanente los agentes de tránsito persiguen a sus pares. 


Quisimos tener la versión del Director de esta institución, pero no tuvimos respuestas.