El ciclón Batsirai abandonó esta mañana Madagascar dejando al menos 20 muertos, unos 55.000 evacuados y con la devastación de los arrozales del centro del país, lo que podría agravar la situación humanitaria


Asimismo, señalaron que la capital Antananarivo y el principal puerto del país, Tamatave no fueron alcanzados por el ciclón, lo que explica un balance humano menor a lo temido por las autoridades.

«Batsirai dejó Madagascar esta mañana a las 7 horas (1 de Argentina) y salió al golfo de Mozambique», precisó Jean Benoit Manhes, representante adjunto de Unicef en Madagascar.

Y advirtió: «El impacto del ciclón no termina hoy, va a durar varios meses, y su impacto será agrícola».

Este ciclón tropical tocó tierra en Madagascar en la noche del sábado con vientos de 165 km/h, tras haber azotado la isla francesa de la Reunión, según informó la agencia AFP.

En tanto, indicó que «Unicef teme que numerosas víctimas sean niños, en un país donde representan más del 50% de la población».

El ciclón tocó primero una zona costera de 150 kilómetros de largo, poco poblada y agrícola, luego se dirigió al oeste, provocando crecidas de los ríos que devastaron los arrozales, el «granero de arroz» de Madagascar en el centro del país, según Unicef.

La isla africana de Madagascar, uno de los países más pobres del mundo, había sido azotada por una mortífera tormenta tropical en enero, Ana, que dejó 55 muertos y decenas de miles de desplazados o siniestrados.

Cada año, durante la temporada de ciclones (de noviembre a abril), unas diez tormentas o ciclones atraviesan el suroeste del océano Índico de este a oeste.

En 2018, el país ya había sufrido dos tormentas seguidas (los ciclones Ava y Eliakim) que dejaron 51 y 20 muertos respectivamente. Y en 2017, el ciclón Enawo mató al menos a 78 personas. // Télam