La mujer relató el calvario que enfrenta desde que decidió poner fin a una relación de aproximadamente tres años, finalizada hace dos meses, decisión que según su testimonio no fue aceptada por su expareja, León Antonio González.

La mujer aseguró que vive con miedo permanente, ya que el hombre, oriundo de San Pedro del Paraná y actualmente residente en Arroyo Porã, se encuentra a escasas cuadras de su domicilio, situación que incrementa su estado de vulnerabilidad y zozobra constante.

Según denunció, el hostigamiento no solo afecta su integridad emocional y física, sino que también tuvo consecuencias laborales. La afectada afirmó haber perdido su empleo debido a que su expareja acudía reiteradas veces a su lugar de trabajo para acosarla e intimidarla, generando un clima insostenible.

Hasta el momento, la víctima realizó dos denuncias formales ante las autoridades competentes. Sin embargo, el presunto agresor continúa en libertad, lo que genera profunda preocupación tanto en la denunciante como en su entorno familiar, ante el riesgo latente de una escalada mayor de violencia.

El episodio más reciente se registró el pasado viernes, cuando Adolfina intentó dialogar con su expareja en la vivienda de este, con la intención de cerrar definitivamente la relación. Lejos de encontrar una solución pacífica, el encuentro derivó según relató en agresiones físicas.

Este caso vuelve a encender las alarmas sobre la violencia contra la mujer y pone en el centro del debate la urgente necesidad de una intervención efectiva de las autoridades, así como la aplicación inmediata de medidas de protección que garanticen la seguridad y la vida de la víctima.