Los mismos se identificaron como Pablo César Cardozo Aranda y Emilia Domínguez Estigarribia y desde el martes 17 de Enero al momento que llegaron y desde el inicio inventaron excusas para no abonar la seña que sería el 50%.

Los mismos decían que tenían algunos inconvenientes con las transacciones, y con métodos para persuadir a la propietaria estuvieron en el lugar hasta el Domingo 22 en horas de la mañana, momento en que manifestaron a la propietaria que iban a buscar el desayuno pero nunca más volvieron.

Allí la dueña entra a las instalaciones y se percata que la llave estaba puesta y la puerta entre abierta. Al introducirse al lugar se percató que las pertenencias de los mismos ya no estaban y allí entró en razón de que fue víctima de una estafa.

El monto que debían abonar orilla los 1.650.000 guaraníes