El rubro del tomate está atravesando por una crisis en cuanto al precio, por la intervención de intermediarios que están generando prácticas de fijación o cartelización de precios.


El ministro de Industria y Comercio, Javier Giménez, tomó intervención con relación a la situación que se generó respecto a la suba desmedida de precios del tomate, que generó hasta el cambio del titular de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco), y aseveró que la oferta y la demanda deben trabajar libremente.



Señaló que la Sedeco tiene que trabajar muy de cerca con la Comisión Nacional de la Competencia (Conacom), que debe buscar el problema o las fallas que se estén dando en un mercado de libre competencia y libre comercio, como lo es Paraguay. Esto, en medio de una crisis que se está desatando con relación al precio del tomate, con indicios de una fijación de precios que se contradice.


“La suba desmedida de precios que se está dando es por alguna situación de la oferta y la demanda, que es lo que se debe explicar. Pero ambos deben trabajar libremente, que es lo que no está ocurriendo y se debe actuar para encontrar estos factores y prácticas de fijación de precios o formación de carteles”, expresó.


Contrabando disminuido


Esa es la explicación de la disrupción del porqué aumentó tanto el precio del tomate en 2 semanas, prácticamente en un 25 a 30 %, que, si bien es sabido que la demanda siempre aumenta por fin de año, tampoco el paraguayo va a consumir el doble de ensalada en 2 semanas, dijo. Punto en el que resaltó un tema fundamental, el factor del contrabando, que viene enfrentando una lucha muy fuerte.


En este aspecto, Giménez coincidió y aplaudió la preocupación del Ministerio de Agricultura y Ganadería, de que al productor se le está pagando G. 8.000 el kg en finca, mientras que el consumidor está pagando G. 18.000 o hasta G. 20.000, incluso, más que el doble. Esta práctica no es normal, salvo algunos sectores ilícitos que generalmente redoblan el precio, lamentó.

¿Qué es fijación?

Sobre el concepto de cartelización o fijación de precios, explicó que es la práctica o indicios de la suba desmedida, que en este caso se dio solo en 2 semanas sin alguna explicación sensata, puesto que se demostró a través de los productores que el problema no es falta de stock. De hecho, en la fecha realizan 3 ferias simultáneas en las que se ofertará el tomate entre G. 8.000 y G. 9.000 Kg.


Reforzando el tema del contrabando, el ministro resaltó; “La lógica te dice que si el gobierno está luchando contra el contrabando, y por fin el productor está recibiendo un precio mejor, esa situación no debería ser aprovechada por estos grandes intermediarios para abusar de la gente”, sentenció.


Puesto que la idea, como paraguayos, es que el productor vaya suplantando lo que se deja de ingresar de contrabando, que reciba mejores pagas, genere más ingreso, que pueda invertir más en su finca y sea un círculo virtuoso para que pueda producir más y de mejor calidad, subrayó.


Actuar de intermediarios

Ese efecto no está llegando al sector productivo por el actuar de un grupo de intermediarios que se están aprovechando de la situación a más de abusar de los consumidores, indicó Giménez. En similar contexto, destapó un aspecto que tampoco ayuda mucho, que es en el segmento supermercadista, donde alegan que son solo tomadores de precios, lo cual “no debe ser toda la película”, sostuvo.


Consideró que ciertas formas de comercializar también incentivan a estos intermediarios a ese nivel de marcación de precios, como los pagos que muchas veces se extiende a 90 o 120 días, lo que repercute a inclinar la balanza a este tipo de prácticas, por lo que también hay que analizar este lado del comercio, acotó el titular del MIC.