Titular de APESA habló sobre la posibilidad.


Tras la reciente reducción entre G. 200 y G. 500 en el precio las naftas de Petróleos Paraguayos (Petropar) y otro emblema privado, se espera que el resto del sector también pueda considerar aplicar las bajas teniendo en cuenta los niveles más estables en la cotización internacional del petróleo, y que alcance también al gasoil, que todavía no tuvo la misma suerte.

“Desde Apesa, al menos, somos los más interesados en llegar al mejor precio posible para nuestros clientes. Pero también queremos ver la forma de mitigar el contrabando porque está muy fuerte respecto a los precios de los países vecinos”, expresó Miguel Corrales, titular de la Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines, en conversación con “Así son las cosas” de Universo 970 AM- Nación Media.

Desde el mencionado manifestaron este miércoles la intención de acompañar la tendencia a la baja y, por sobre todo, en la aplicación de acciones que ayuden en la lucha al contrabando de combustibles, que al parecer está más fuerte que nunca, pues estarían ingresando al país unos 100 millones de litros de forma ilegal.

Con la reciente baja de precios que se dio en Petropar, que fue también un pedido de los propios propietarios y operarios de estaciones de servicios, con lo cual consideran que se pueda generar a la vez una especie de presión en el sector privado a modo de que sigan bajando los precios, teniendo en cuenta que la estatal estaría recibiendo una nueva partida y que a fin de mes habría algún reajuste.

Problemática en lado argentino

En ese sentido, indicó que con la frontera brasileña la actividad es menor e incluso allí podría subir un poco los precios, pero la problemática principal es con el lado argentino, donde se aplican los subsidios y si bien los combustibles registraron subas, lo que no ayuda en este caso es el tipo cambiario con la devaluación del peso.


No obstante, Corrales señaló que dentro de todo se puede decir que el consumidor final se ve beneficiado, ante la competitividad masiva de los distintos jugadores que implementan todo tipo de promociones, y que los ajustes de precios de las distribuidoras siempre se aplican a la baja de modo a aumentar las ventas, dijo.


Es así que urge encontrar una solución al flagelo, porque además de perjudicar al sector, es un fraude para el fisco conforme se demuestran en las estadísticas de importaciones que se redujeron en unos 100 millones de litros, lo que significa que se está ingresando por contrabando porque el parque automotor sigue creciendo, a más de ser un peligro para la ciudadanía al no tener garantía de calidad, acotó.



Fuente: LA NACIÓN