La odontóloga Lilia Espinoza fue condenada a cuatro años de pena privativa de libertad y la bioquímica Sandra Hermosa, a tres años.


Este fue el tercer juicio oral y público en contra de Espinoza y Hermosa por la muerte de la joven Sol Chávez, quien falleció por una sobredosis de flúor. La Fiscalía logró la anulación de los dos juicios anteriores, en los que ambas procesadas consiguieron penas muy bajas para la gravedad del crimen.

Poco antes de las 22:00 de ayer lunes se procedió a la lectura de sentencia por la muerte de la universitaria.

“Desde que ella se fue, no tengo otra cosa que hacer que honrar su vida, cinco años tenía que ser, pero ni 30 años de cárcel no me van a devolver a mi hija y mi dolor va a ser siempre despertarme todos los días, y que María Sol ya no esté con nosotros”, lamentó entre lágrimas María Edith, madre de Sol.

El 5 de agosto pasado, la odontóloga Lilia Espinoza y la bioquímica Sandra Hermosa fueron sentenciadas a dos años y medio y a dos años de cárcel, respectivamente, por el homicidio de la universitaria. Sin embargo, posteriormente se logró la nulidad de la sentencia.

A Sol le recetaron dos gramos de flúor por día, por dos semanas, sin embargo, debían ser dos miligramos, por lo tanto, se trató de una sobredosis criminal que, en cuestión de horas acabó con la vida de la paciente, quien, pese a consultar si la receta era correcta, le dijeron que sí. La joven murió en un sanatorio privado.