Tras un llamado de atención de la Dirección de la Policía Municipal de Tránsito por contaminación sonora, se decidió buscar una solución.

La Profesora Cáceres explicó que los estudiantes de la institución participan en clases de música y que la banda musical cuenta con un considerable número de integrantes, entre 10 y 30 alumnos, lo que ha generado molestias a la comunidad. 

Se está evaluando la posibilidad de reubicar las prácticas musicales, posiblemente en la Costanera, siempre priorizando la seguridad de los alumnos, una responsabilidad ineludible de la institución.

Una vez que se reanuden las clases, se tomarán medidas para subsanar la situación y garantizar un ambiente adecuado para la práctica musical, respetando las normativas de ruido y cuidando el bienestar de los estudiantes.