En la Región de las Américas, el riesgo de ocurrencia de nuevos brotes es alto, por lo que se alienta a la población no vacunada a aplicarse la dosis antiamarílica. Brasil, Bolivia y Perú han notificado casos de fiebre amarilla.


La Organización Panamericana de la Salud (OPS) declara que las coberturas de vacunación se han estancado en la última década. Menciona que la pandemia por COVID-19 y las interrupciones asociadas han puesto a prueba los sistemas de salud, entre las que se observa 25 millones de niños no vacunados en el 2021, esto es 5,9 millones más que en el registrado en el año 2019.

La alerta menciona que, en la Región de las Américas, el riesgo de ocurrencia de nuevos brotes de fiebre amarilla de diversa magnitud es alto. Aunque los sistemas de salud han empezado a recuperarse del impacto de la pandemia por COVID-19, se observa una alarmante disminución de la proporción de población vacunada contra fiebre amarilla y en consecuencia incrementa la brecha en inmunización acumulada a lo largo de la última década.

Entre 2020 y 2021, la cobertura de vacunación contra la fiebre amarilla en las Américas disminuyó en 6 de los 13 países y territorios con áreas endémicas de fiebre amarilla, estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). En 2021, en 12 de los 13 países/territorios endémicos no se alcanzó una cobertura igual o mayor a 95% y en 9 países la cobertura fue menor a 80%.

La Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) alienta a los Estados Miembros con áreas de riesgo para fiebre amarilla a continuar con los esfuerzos para fortalecer la vigilancia en zonas endémicas de fiebre amarilla, además de inmunizar a la población de riesgo y realizar acciones necesarias para mantener informados y vacunados a los viajeros que se dirigen a zonas donde se recomienda la vacunación contra la fiebre amarilla. De igual manera, recomienda contar con dosis de reserva, según disponibilidad de vacunas en el país, que permita responder ante posibles brotes.

Situación en las Américas

La OPS menciona que se notificaron casos confirmados de fiebre amarilla en tres países de la Región: Bolivia3 (5 casos confirmados), Brasil (5 casos confirmados) y Perú (3 casos confirmados).

Entre julio de 2021 y junio de 2022, en Brasil se notificaron 5 casos confirmados, incluyendo 4 defunciones, en los estados de Pará (municipios de Afuá y Oeiras do Pará) y Tocantins (municipio de São Salvador do Tocantins). Todos los casos eran hombres, en el grupo de edad entre 20 y 29 años, 4 sin antecedente de vacunación y uno con antecedente de vacunación en el año 2018. Los 5 casos confirmados tuvieron antecedente de exposición a áreas silvestres y/o boscosas, debido a actividades laborales y/o de ocio.

En Paraguay no se han registrado casos humanos de fiebre amarilla desde el año 2008, en el que se registraron 28 casos humanos confirmados y 11 fallecidos, no obstante, el país presenta zonas favorables para la reactivación de ciclos de transmisión selvática con la presencia de vectores de los géneros Sabethes y Haemagogus.

A partir del año 2020, se ha iniciado la vigilancia de epizootias con sospechas de fiebre amarilla, en dos departamentos del país (Alto Paraná y Canindeyú). Todas las notificaciones han resultado negativas hasta la fecha. Entre 2017 y 2021, se registró una cobertura contra la fiebre amarilla a nivel nacional entre 80 % y 52 %.

El 2021 se alcanzó una cobertura de vacunación contra la fiebre amarilla a nivel nacional de 52 %, la cobertura más baja se registró en el departamento de San Pedro (Sur), con 39 %, y la más alta en el departamento de Boquerón, con 91 %. En ese mismo año, la cobertura de vacunación contra la fiebre amarilla registrada en los departamentos que comparten un ecosistema semejante con Brasil fue de 51 % en Alto Paraná, 72 % en Alto Paraguay, 60 % en Amambay, 52 % en Canindeyú y 52 % en Concepción.


Vacunación 


La vacuna contra la fiebre amarilla es segura y asequible y proporciona una inmunidad efectiva contra la enfermedad entre el 80 y 100 % a las personas vacunadas, al cabo de 10 días, y una inmunidad del 99 % al cabo de 30 días. Una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de refuerzo.