El Manchester City finalmente tiene el título que soñaba y perseguía. Un tanto del español Rodri (68') permitió al equipo inglés romper la maldición que le atormentaba en Europa y derrotar este sábado en la final de la Liga de Campeones al Inter de Milán.


En un duelo en el que el Manchester City, claro favorito, sufrió lo indecible y perdió a su estandarte Kevin De Bruyne por lesión en la primera parte, el técnico Pep Guardiola pudo ganar también su primera Champions lejos de Barcelona, donde había logrado los títulos en 2009 y 2011.


Rodrigo Hernández “Rodri”, exjugador del Villarreal y Atlético Madrid, no se prodiga en marcar goles. De hecho solo había marcado uno esta temporada, también en Champions, en cuartos de final contra el Bayern Múnich.


Pero se disfrazó de Erling Haaland, con sus 52 tantos esta campaña, y fusiló en el minuto 68 al portero camerunés André Onana, tras un pase hacia atrás del portugués Bernardo Silva, cuando peor lo pasaba el City.

Si el City había perdido a su jugador belga, el Inter hizo uso del suyo, Romelu Lukaku, en el minuto 56, sustituyendo al bosnio Edin Dzeko en el ataque para acompañar al argentino Lautaro Martínez.


Precisamente el rioplatense, apagado hasta ese momento, aparecíó en el minuto 58, aprovechándose de un pase hacia atrás del City para quedarse solo ante Ederson, pero su disparo fue despejado por el portero brasileño.


Pero el fútbol no es una ciencia exacta y cuando parecía estar en peor situación, surgieron otros dos centrocampistas de alto vuelo en el City. Bernardo Silva hizo una incursión por la derecha y su pase hacia atrás fue rematado por Rodri a la red en el minuto 68.

El Inter no se rindió y tuvo su mejor ocasión dos minutos después, con un remate de Demarco al horizontal. El rebote lo volvió a rematar el propio centrocampista italiano, pero su intento se encontró con el cuerpo de su compañero Lukaku.


A poco del final, los milaneses volvieron a quedar muy cerca de extender la definición a una prórroga. Nuevamente Lukaku fue el protagonista, pero de frente al arco cabeceó el balón justo a la posición del guardameta Ederson. Los corazones celestes se detuvieron por otro instante en la capital de Turquía.


Fue el último cartucho del Inter, que deberá esperar para ganar su cuarta Champions, en una temporada europea sin fortuna para el fútbol italiano, que vio también perder la final de la Europa League a la Roma y la Conference a la Fiorentina.


Fuente: HOY