Vehículos de rescate de la defensa civil llegan al lugar de un ataque aéreo israelí en la aldea de Qana, en el sur del Líbano.
- 16/10/2024
- Por Edicion Prensa
El ejército israelí bombardeó este miércoles un suburbio del sur de Beirut, bastión del movimiento proiraní Hezbolá, y también una importante ciudad del sur del país, después de que el primer ministro israelí afirmara que se opone a un alto el fuego “unilateral” en Líbano. Al sur de la capital libanesa, un bombardeo alcanzó al amanecer el barrio chiita de Haret Hreik, minutos después de que el ejército israelí llamara a evacuar la zona.
Las fuerzas israelíes afirman que apuntaron contra un depósito de “armas estratégicas perteneciente a la organización terrorista Hezbolá”, pese a que Estados Unidos, principal aliado de Israel, se dijera el martes “opuesto” a la campaña de bombardeos israelíes en la capital libanesa.
Se trata del primer bombardeo en varios días efectuado en la periferia sur de Beirut, donde el ejército concentró los ataques desde que inició su campaña en Líbano hace casi un mes, antes de bombardear otras zonas del este y del sur del país, principalmente. En Nabatieh, en el sur de Líbano, Israel llevó a cabo una decena de bombardeos en la capital provincial, bastión de los movimientos chiitas Hezbolá y Amal, indicó la gobernadora de la provincia, Howaida Turk.
Entre las “varias personas” que murieron en los bombardeos, que alcanzaron dos edificios del Ayuntamiento, se encuentra el alcalde de Nabatieh, Ahmad Kahil, dijo la gobernadora, que describió “una masacre”. El Ministerio de Salud libanés reportó un balance de al menos cinco fallecidos. Desde el 23 de septiembre, cuando Israel inició su campaña de bombardeos en Líbano, al menos 1.356 personas han muerto en ese país, según un recuento de AFP basado en datos oficiales. Además, la intervención israelí obligó a casi 700.000 habitantes a abandonar sus hogares, según la ONU.
Después de casi un año de enfrentamientos armados con Hezbolá en la frontera israelí-libanesa y después de debilitar a Hamás en la Franja de Gaza, a mediados de septiembre el ejército israelí puso el foco de la guerra en Líbano, donde ha intensificado sus ataques contra los bastiones del movimiento chiita. El objetivo es alejar a Hezbolá de las regiones fronterizas y poner fin al lanzamiento de cohetes para que puedan regresar a sus casas los cerca de 60.000 israelíes desplazados.
No a un “alto el fuego unilateral”
Hezbolá, afirmando actuar en apoyo de Hamás, abrió un frente contra Israel el 8 de octubre de 2023, un día después del ataque realizado por los islamistas palestinos en Israel que desencadenó la guerra en Gaza. El martes por la noche, el grupo proiraní dijo que lanzó cohetes contra Safed, en el norte de Israel, y contra posiciones de la artillería israelí en Dalton y Dishon, en el noreste. El ejército israelí reportó que se habían disparado 50 misiles hacia el norte del país desde Líbano, sin causar víctimas.
El número dos del movimiento chiita, Naim Qasem, advirtió el martes que su grupo llevaría a cabo ataques en “todo” Israel, asegurando que “la solución” para poner fin a la guerra en Líbano es “un alto el fuego”. Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sostuvo el martes que se opone a un alto el fuego “unilateral” que, según él, no conduciría a evitar que Hezbolá reagrupe sus fuerzas en la zona fronteriza.
“Esfuerzos para proteger la paz”
Al tiempo que continúan su guerra contra Hezbolá en Líbano y contra Hamás en la Franja de Gaza, los israelíes siguen preparando una respuesta al ataque con misiles de Irán del 1 de octubre. Por su parte, el canciller iraní Abás Araqchi recalcó que su país dará una “respuesta decidida” si Israel ataca su territorio, durante una llamada con el secretario general de la ONU, António Guterres.
“Irán, pese a hacer todos los esfuerzos para proteger la paz y la seguridad de la región, está plenamente preparado para una respuesta decisiva” a Israel en caso de ataque, dijo el ministro, citado en un comunicado de la cancillería iraní. En Gaza, las tropas israelíes llevan a cabo una ofensiva en el norte del territorio, sobre todo en Jabaliya, donde, aseguran, Hamás intenta reconstituir sus fuerzas.
El ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023 mató a 1.206 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento basado en cifras oficiales israelíes y que incluye los rehenes que murieron en cautiverio en Gaza. Al menos 42.409 palestinos han muerto, en su mayoría civiles, en la ofensiva de represalia israelí en Gaza, según datos del Ministerio de Salud del territorio, gobernado por Hamás, considerados fiables por la ONU.
Fuente: AFP.