El debate del siglo 21: tener mascotas o tener bebés, ya empieza a sonar en los sermones religiosos. La nueva “normalidad” de las parejas es optar por mascotas antes que tener bebés. 

A comienzos de enero, el Papa Francisco dijo: “Perros y gatos ocupan el lugar de los hijos. Y este hecho de renegar de la paternidad y la maternidad nos rebaja, nos quita humanidad”. 

En el país, el pastor Emilio Agüero Esgaib, también sumó su aporte al debate desde su cuenta oficial de Facebook para dar su parecer. Sostuvo que “la Biblia es clara en que Dios nos pidió que nos juntemos para formar una familia, o sea, traer hijos al mundo (Génesis 1:28)”. Resaltó que “si no serás padre o madre responsable, no tengas hijos” y dio cuatro posibilidades entre las mascotas y los hijos. 

Las opciones 

En primer lugar, si una pareja no puede traer hijos al mundo por motivos de infertilidad, no están incumpliendo el mandamiento. “En ese caso, aliento a la adopción”, señaló. En segundo lugar, manifestó que tampoco es pecado si una pareja decide no tener hijos para adoptar y “entregarse a otros niños sin hogar”. En tercer lugar, dijo que cumplen los mandamientos los que no pueden tener hijos o no adoptan para entregarse enteros a la obra de Dios, las misiones o el evangelismo. Pero, en cuarto lugar, remarcó que sí es pecado cuando no tienen hijos por no responsabilizarse y para disfrutar de la libertad. Indicó que estas parejas cometen el pecado del egoísmo y de la omisión porque “pudiendo hacer el bien a los otros, no lo hacen”. “Deciden adoptar mascotas para darles todo el amor y cuidado que deberían dar a un niño”, resaltó. Aclaró que este solo es un punto bíblico para las parejas cristianas. 

Cuesta más 

“No se puede comparar una mascota con una criatura. Lleva más responsabilidad la criatura. Está mal ese tipo de comentario. Últimamente, el tema de criar cuesta muchísimo más, por la situación misma. Hay que darle salud y educación, no es fácil ser padres”, opinó Éver Ibarra, Animalero de Concepción. 

Hay que dar 

“Jesús mismo enseñó que ‘es mejor dar que recibir ’. Cuando uno es joven no se preocupa en cumplir este principio, pero cuando se llega a la vejez muchos se dan cuenta que lo mejor que pudo haber hecho es sembrar en sus hijos. Sin duda los hijos son un regalo de Dios”, expresó Pablo Monzón, Consejero de Parejas. 

Fuente: Extra