El conductor quedó detenido tras el brutal choque y el trabajador salió ileso.


Sentado en su silla, como cualquier otra madrugada de trabajo, un guardia de seguridad cumplía con su turno cuando, alrededor de las 3:32 de este lunes, estuvo a centímetros de ser arrollado por una furgoneta que perdió el control. 

El hombre estaba atento en su puesto y, en cuestión de segundos, vivió uno de los sustos más grandes de su vida. Las cámaras de circuito cerrado del lugar captaron el momento en que el vehículo se dirige directamente al local Materiales de Construcción Mareco, ubicado en el barrio San Lorenzo de Caaguazú. 


La furgoneta avanza sin frenar y embiste todo a su paso. El golpe fue tan fuerte que los vidrios explotaron al instante y quedaron esparcidos en el lugar. La moto del guardia, que estaba estacionada justo frente a él, también sufrió daños por el impacto. A pesar de lo inesperado de la situación, la reacción del trabajador marcó la diferencia. 

Apenas vio que el vehículo se acercaba, se movió a tiempo, y esa rápida respuesta le permitió escapar ileso.


Según los primeros datos difundidos por el portal Caaguazú en Noticias, el conductor mostraba claros signos de estar bajo los efectos del alcohol. Tras el accidente, los agentes de la Comisaría 2ª de Caaguazú lo detuvieron en el lugar. 

El hombre fue identificado como Luis Antonio Junes Pérez, de 38 años, residente del Asentamiento Familia Unida. Cuando se le realizó la prueba de alcotest, el resultado confirmó la sospecha, arrojando 1.89 mg/L de alcohol en el aliento. El incidente dejó importantes destrozos dentro del local y un susto enorme para el guardia, que prácticamente se salvó de milagro.





FUENTE: EXTRA