El esquema de contrabando en Ciudad del Este fue cambiando en busca de burlar los controles aduaneros, los cuales, también se fortalecieron de forma paralela.

“De contrabando de pollo y azúcar, ellos cambiaron y empezaron a entrar en motos. Traían de a poco y en otra zona hacían la carga total. Alegaban que eran gente pobre, que se está perjudicando a los más necesitados”, relató Orué.

Explicó que, Tributación proporciona todos los mecanismos para que estas personas puedan comprar y trabajar de manera legal, pero no lo hacen.

Además, reveló que, después de estos controles, recibió muchas llamadas del gobernador altoparanaense, César Torres, “presionando para la designación de funcionarios y también para disminuir los controles que se hacían en esa zona. Él quería poner gente de la zona, decía que ya era hora que los funcionarios de las aduanas de Alto Paraná sean personas que vivan en la zona”,

El director lamentó la actitud del gobernador y el poco ánimo de colaboración ante las medidas dispuestas. “No podemos estar recibiendo presión de políticos en zonas departamentales, donde ellos creen que, porque tienen votos, pueden hacer lo que quieren, creo que esa época terminó”, afirmó.

Los afectados también recurrieron a la Junta Departamental, la cual declaró persona no grata al funcionario aduanero que realizó los controles y a quien, según Orué, ni siquiera le permitieron dar su descargo.

Por su parte, César Torres reconoció el pedido de designación de funcionarios de la zona. “Le dije que nos gustaría que personas de acá puedan ocupar los cargos. Le hablé de un hombre y me dijo que analizaría, pero al final contestó resulta imposible. Y bueno, excelente le dije”, afirmó.

En cuanto a los controles, aclaró que su petición fue agilizar los procedimientos y no extenderlos tanto en perjuicio de los comerciantes. Además, solicitó que la misma dureza se aplique a los grandes compradores y no solamente a los más pequeños.