La situación de Nidia Torales es preocupante y ha generado indignación en su familia, quienes exigen claridad sobre los hechos.


La denuncia de la hija, Florencia González, acerca de la administración de un medicamento que provocó el paro cardíaco, añade serias implicaciones sobre la atención brindada en el Hospital Distrital de María Auxiliadora. 

La solicitud de compra de medicamentos que finalmente no fueron utilizados plantea preguntas sobre la gestión dentro del hospital y la calidad de la atención médica. Con Nidia intubada y en estado delicado, su familia no solo busca la recuperación de ella, sino también respuestas y justicia ante lo que consideran una falla en el sistema de salud.

La mujer ya fue derivada hasta el Hospital Regional de Encarnación donde se encuentra en la Unidad de Terapia Intensiva.

Es fundamental que se realice una investigación exhaustiva para entender lo que ocurrió y asegurar que se tomen las medidas necesarias para mejorar la atención médica y prevenir que situaciones similares vuelvan a ocurrir en el futuro. 

La salud y la vida de los pacientes deben ser siempre la prioridad en cualquier establecimiento de salud.